Las “Matronas de la Democracia” tendrían su manifestación en el Valparaíso, de la década del 20, cuando nace la Sociedad “Confraternidad de Señoras del Cerro Alegre”, en el tradicional barrio porteño.

Previo al logro del voto femenino, la Sociedad “Confraternidad de Señoras del Cerro Alegre”, generó entre sus asociadas, la dignificación de estar modelando una institucionalidad republicana y fraterna, que reforzó sus vínculos filantrópicos hacia el interior, como al exterior de la propia sociedad. Tanto en la aflicción de la enfermedad, como en la solemnidad de la muerte de una de ellas, que conformaban este cuerpo social.

La Sociedad Confraternidad de Señoras del Cerro Alegre, fue fundada el 14 de noviembre de 1922, en la ciudad de Valparaíso. Sus objetivos se encuentran claramente trazados en sus estatutos sociales, los cuales perseguían “socorrer a las socias que se enfermen, fomentar la instrucción y la moralidad entre sus socias y formar una Caja de Ahorros”. Su composición estaría definida por “obreras y de todas aquellas señoras que, a juicio del Directorio puedan ser admitidas”.

Desde sus estatutos es posible visualizar como se autoregulaban en aspectos, tales como la Admisión de las socias,, sus cuotas y subsidios, de las atribuciones de su directorio, de sus reuniones, y sobre la correcta inversión de sus fondos sociales. También quedaban acordadas las tramitaciones de sus proyectos y negocios. Sus discusiones y procesos electorales internos, llegando a definirse instancias de “interpelación” que cada socia tenía “derecho para interpelar a cualquiera de las directivas, las que deben dar explicaciones que les pidan, bien en la misma sesión o en la siguiente” Los “cortejos fúnebres” también quedaban regulados, en tanto definían la compañía de las socias, a la que había fallecido, junto con la atribución de ser la Sociedad la “dueña del cadáver, salvo en el caso que la familia lo reclame para inhumarlo por su cuenta”.